EL ORIGEN DE MI PUEBLO
por Profr. Baldemar Cortés Garza
Guerrero, Coahuila es un municipio con una gran historia, el más antiguo del norte de Coahuila, que dio origen a los demás municipios de la región, inclusive a la ciudad de Piedras Negras, pues de aquí partieron sus fundadores; con alrededor de 319 años de su fundación, cuando llegaron a esta tierra los misioneros que tenían que evangelizar a los indios barbaros que habitaban esta región y fundaron este pueblo con el nombre de Real Presidio del Río Grande del Norte, donde se construyó la misión de San Bernardo, la cual a ellos les servía de fortaleza para defenderse de los indios que no aceptaban el evangelio.
El material que usaron ellos para la construcción fue sacado de lo que es actualmente el Parque la Pedrera, y fue así como se fundó lo que es actualmente el pueblo de Guerrero.
La gente de este pueblo se dedicaba a la agricultura y la ganadería, en el año 1930 se fundó el Ejido Guerrero, que cuenta con 600 hectáreas de cultivo y el agua del riego la extraían del Río Bravo. La gente que radicaba en la cabecera municipal y tenía porciones de tierra la regaban con agua proveniente de un ojo de agua, El Bañadero donde se bombeaba el agua para tres acequias, una que cruzaba por el centro se denominaba “Acequia Madre”, al sur, la “Acequia Chiquita” al norte, y otra denominada “Acequia de la Loma” ubicada al sur de la población.
La gente sembraba maíz, calabazas, trigo, melón, sandía, etc; en cuanto a la ganadería, se cuenta con 11,448 hectáreas, para el criadero de ganado vacuno, caballar y caprino. Por los años treinta la gente, las amas de casa cocían el maíz, lo molían en el metate para hacer tortillas, las que cocinaban en chimenea o estufas de leña que era lo que se usaba en esa época.
Muchos campesinos sobrevivían con la venta de leña, que llevaban a Piedras Negras en los “guayines” estirados por mulas, dicha leña la vendían por ondas que se componían de tres pedacitos de leña, el precio de cada una era de $1.00, ellos salían en la madrugada para llegar a Piedras Negras, Coahuila, pero en el camino hacían una parada en lugar llamado “Los Indios”, allí almorzaban con su café, compartiendo su almuerzo con otros guayineros que llegaban al mismo lugar.
En cuanto al transporte para trasladarse a la ciudad de Piedras Negras, Coahuila, había un camión que salía a las siete de la mañana y hacía más de dos horas de camino, porque el camino era de terracería, ese transporte la gente la usaba para traer sus provisiones, ir al doctor, etcétera, pero cuando era tiempo de lluvia era un peregrinar para llegar a la ciudad, también ocurría que al no poder transitar por lo malo del camino, se regresaba el camión al pueblo.
En cuanto a la educación del pueblo: en esos años Guerrero contaba únicamente con la escuela primaria que en ese entonces se llamaba “Miguel Hidalgo” , posteriormente se llamo “Benito Juárez” , en la actualidad se llama “Escuela Primaria María de los Ángeles Sánchez de López” , en honor a la madre del gobernador Lic. Raúl López Sánchez” que fue el que construyó la actual Presidencia Municipal, la plaza y la mencionada escuela, porque el licenciado tenía sus orígenes aquí en Guerrero; por los años ochentas se creó la Escuela Secundaria “Profra. Estela Victoria Barragán de la Fuente”, y poco tiempo después se creó la Prepatoria “Ricardo Flores Magón”; enfrente de la escuela primaria se localiza “la Casa Botello” una casa que fue de las hermanas Botello, o profesoras Botello, pues ellas eran dos hermanas maestras que trabajaban enfrente en la escuela primaria, pero también atendían una pequeña tienda, anteriormente allí vivió la familia de los "Madero” hace muchos años; es una propiedad que se conserva muy bien ya que está reconstruida, con un patio central parecido a las antiguas casas de personas antes bien “acomodadas”.
Otra anécdota también es la "Casa Farías” ubicada dos cuadras de la Plaza Principal, es una casona antigua deshabitada pero en condiciones y amueblada, solo que los propietarios acuden de vez en vez; en esa casa se comenta que hace más de diez años donde habitaban unos trabajadores de construcción foráneos del municipio y escucharon mucho ruido en un cuarto donde antes se utilizaba para “Oficina del Telégrafo” en los años setentas, al acercarse uno de los trabajadores un fuerte aire lo condujo al cuarto donde quedó atrapado y solo gritaba “el señor está enojado” y después de un rato de poder abrir la puerta del cuarto los demás compañeros, encontraron al joven inconsciente y tuvieron que llevarlo a un hospital, mismo que tuvo que ser trasladado a la ciudad de Monterrey y estuvo hospitalizado unos días. Ese hecho ha sido muy comentado hasta la fecha.
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