RECUERDOS DE MI TIERRA
por Dr. Antonio Corona Lozano
Voy a narrar algunos de mis recuerdos platicados o vividos de mi querido Allende, Coahuila, mi pueblo natal, de mi infancia y mi adolescencia.
Nací en septiembre de 1946. Mi padre Dr. Antonio Corona De la Fuente, médico, atendió el parto a mi madre Yolanda Lozano Gutiérrez en recámara de casa, no había hospitales. Platicaban de mi bisabuelo materno, Dr. Jesús Lozano González, que decía que el pueblo era muy bonito. Su arribo a finales del siglo XIX (1896) en tiempo de Porfirio Díaz como Presidente de la República. Llegó por ferrocarril para ejercer como médico cirujano y partero, estaba recién recibido de la Escuela de Medicina Monterrey, N. L.
Mi bisabuelo describía al pueblo con abundantes árboles frutales como nogales y lo principal era el agua corriente que venía de los manantiales y se distribuía por acequias y usos que son zanjas para conducir el agua a todo el pueblo. Entre Allende-Morelos-Nava era una mota de encinos productores de bellotas y fauna diversa, decía que se atravesaban por caminos manadas de berrendos, el único antílope americano tan abundantes en África. Cuando querían comer carne de venado se iban al camino de la población de Río Bravo y cazaban uno.
Dos eventos habían impulsado a San Juan de Mata-Villa de Allende, primero el paso del ferrocarril con su estación de trenes a finales del siglo XIX; la segunda fue la construcción de la carretera 57 México-Piedras Negras. Mi madre nacida en 1926, año en el que el gobernador General Manuel Pérez Treviño decretó a la Villa de Allende como Ciudad. Ella recordaba cuando pavimentaron la carretera que entraba al pueblo por calle Venustiano Carranza, hacía una curva para tomar calle Juárez y cruzar todo Allende por lo que se hizo centro, con salida hacia la población de Morelos. Muchos años después se pavimentaron calle Guerrero e Hidalgo.
Mi abuelo Jesús Lozano Benavides nació en 1900 y mi abuela Amalia Gutiérrez Treviño en 1901, al igual que mi madre nacieron en Allende, Coahuila. Les gustaba platicar del pasado y a mí escuchar, como por ejemplo mi abuela Amalia platicaba lo bonito que se vio el cometa Halley en 1910. Durante la Revolución Mexicana hubo una batalla en Allende y mi abuelita cantaba un corrido de esa batalla y muchos sucesos, episodios y relatos más.
Mi primer colegio que fui inscrito, fue en la prestigiada escuela de la maestra Maclovia Dena Vda. de Arévalo, donde mamá había cursado la primaria exitosamente, mi estancia en párvulos fue corta por un incidente que tuve, me habían prevenido de los robachicos, que no hablara con personas extrañas. Estaba en el recreo y se me acercó una persona adulta, me preguntó mi nombre, dicen que dije: "y a usted que le importa" se indignó y se dirigió a la directora, al parecer me regañó y me pasó de párvulos a sexto año donde ella era la maestra para hacerme escribir y repetir mi nombre durante todas las clases. Los siguientes días mi mamá me llevaba al colegio que estaba a tres cuadras de la casa y cuando regresaba, yo estaba en casa, no quería ir a la escuela. Esta historia me la contaba mi mamá y mi hermano con burla, hasta que un día intervino mi papá y dijo: "Toñito era un niño, no cometió ninguna falta, debían los profesores haberlo tomado por el lado jocoso, no reprenderlo y ofenderse".
Al siguiente año inicio en la población el Colegio de la Luz de religiosas católicas, fui el primer alumno inscrito en primero de primaria y mi hermano Jesús a párvulos, el primer plantel fue en una área de la casa del Sr. Eduardo Montemayor, continuamos en el colegio y se cambió a otra localización más amplia y como no había sido incorporado a la Secretaria de Educación me cambiaron a la Escuela Benito Juárez donde terminé segundo año. De tercero a sexto año los curse en la escuela también municipal Miguel Hidalgo. En sexto año de primaria pasábamos una sequía que duró siete años y mi salón fue utilizado para una exposición "La marcha hacia el mar" decretada por el presidente Adolfo Ruiz Cortines, los padres de familia y alumnos contribuimos con objetos relacionados con el mar (conchas, estrellas y fotografías), mi papá le prestó al director, Profr. Raúl González, un libro "A caza de ballenas" donde sacó apuntes para la exposición.
En 1957 el Sr. José Zertuche Reyes diputado local era el encargado en Allende y la Región de los Cinco Manantiales de la campaña para el candidato del PRI a la gubernatura del estado, él podía haberlo hospedado en su casa pero le pidió a mi papá que era su amigo y se llevaba bien con todos los grupos políticos. Me entusiasmo saber que el candidato era el General Raúl Madero González, nada menos que hermano del iniciador de la Revolución Mexicana Francisco I. Madero, cursaba el quinto grado de primaria, mi maestra era Socorro Castellanos, la clase historia era una de mis favoritas. Dejamos la casa durante la estancia, nos fuimos a vivir a casa de nuestros abuelitos maternos que estaba frente a la nuestra, casa antigua que construyó mi bisabuelo el Dr. Jesús Lozano G. y su esposa Petra Benavides Falcón a principios del siglo XX. Fácilmente visitaba la casa para ver al General Madero y a sus acompañantes, todos eran personas amables y amigables, un asistente era Octavio Villa hijo del General Revolucionario Pancho Villa, tenía a cargo la seguridad, portaba un revolver Smith Wesson calibre 38 sin funda que era algo molesto. Mi papá le regaló la funda de una pistola que tenía k-22 mismo tamaño de cañón pero de calibre 22. Recuerdo que una tarde vi al General Madero jugando ajedrez con su acompañante, me llamó la atención porque ya me interesaba el ajedrez que en ese tiempo me decían "ajedrez juego complicado, no niños", tenía 10 años de edad. El último día por la tarde, ya para irse, le entregaron un recado escrito en papel, me dijo el General Madero que si conocía a la Sra. Quinita y el recado decía "Soy pariente tuyo por lo González", le dije que vivía en frente, me pasó el brazo por el hombro y me dijo amablemente que lo llevara. Nos fuimos caminando a la casa de la señora que estaba a un lado de la vivienda de mis abuelos. La señora era viejita murió alrededor de cien años. Los veía y oía platicar y sacar la parentela por buen rato, de pronto llegó el Sr, Octavio Villa y con los dedos de la mano le hizo la seña de la tijera, que cortara. Supe por la familia que el General Madero le enviaba quinientos pesos mensuales como ayuda, cuando ya era gobernador.
La única secundaria que había en Allende y la región llamada de los Cinco Manantiales era la Escuela Secundaria Marcos Benavides (del Estado), que cursé de 1958 a 1961. Para asistir a clases teníamos que portar corbata, el director era el Profr. Isaías Ortiz Rubio, recuerdo a los maestros con cariño, el profesor Chilo de Matemáticas se fue a la secundaria de Nueva Rosita, el profesor Albino de Modelado pasó a darnos Matemáticas, el Profr. Francisco Martínez "Panchito" Historia, el Profr. Alonso Biología, talleres: para hombres Carpintería y para mujeres Costura y Deportes cancha de básquetbol y como el predio era de una cuadra nos permitía jugar beisbol, que era el deporte único y popular en esa época, el futbol prácticamente no se conocía. Tuve compañeros de Villa Unión, Morelos y Zaragoza los cuales se transportaban en autobuses foráneos.
Cursaba la secundaria cuando nos enteramos que estaban sembrando nogales injertados en una huerta a la salida a Allende carretera a Morelos, Coahuila por un señor González que decían era de México, D.F., estos fueron los primeros nogales injertados traídos de Nuevo México, EUA, porque estos nogales producen nueces a los cuatro o cinco años de sembrados, una nuez llamada cascara de papel de características específicas como Whitchita, Western, Mahan y Barton sabrosas, también fácil de pelar con producción para negocio. A la que siguieron muchas huertas nogaleras en la región.
Recuerdo que cuando niño nos decían los camoteros de Allende y la razón fue que en un tiempo se producía camote en una parte del municipio de Allende llamado "la tembladora" porque había mucha agua a poca profundidad de la tierra y cuando se pisaba temblaba quedando en el olvido los camoteros de Allende porque al parecer ya no siembra el camote.
Recordar es vivir... y escribirlo es trabajo placentero... esta historia continuará... en su gente que éramos todos como una gran familia.
Como se ha dicho de Allende "Pequeño en territorio, Grande por su Gente".
Saludos Antonio,te recuerdo muy bien,al igual que a tus Padres y abuelos, fuimos compañeros en la escuela Miguel Hidalgo,tu escrito es casi el mismo que les cuento a mis Hijos cuando me preguntan por Allende, continúa escribiendo,es muy grato recordar tiempos pasados.
ResponderEliminarVolvi a entrar a la página dode se publicó Recuerdos de mí tierra Allende,Coah.encontrandome con la agradable sorpresa de sus comentarios que agradezco y me estimulan a escribir una 2a.parte..esta historia continuarácontinuará..Recordar es Vivir. Dr.Antonio Corona Lozano.
EliminarMe acuerdo que uno de los mitines de campaña de Don Raul Madero fue en parque Mitla .Oye que bonito eran los desfiles del dia del estudiante en aquellos tiempos , el profesor Alonzo nos enseño a hacer el nudo de la corbata ,los que nos gustaba el beisbol nos volavamos la clase para ver por tv. blanco y negro en la cantina de Homero Martinez que entonces estaba en seguida de la oficina de autobuses y en ese entonces si dejaban entrar a menores a ver la tele, a cada rato se subia alguien a mover la antena porque de repente se veian puras rayas. Venian estudiantes de Rio Bravo, De Villa Union, de Nava , de Morelos y de Zaragoza porque alla no habia secundaria. saludos y que sigan la historias para las nuevas generaciones ,
ResponderEliminarEmilio Rios.Volvi a entrar a esta pagina y me encontré tú agradable comentario de mis Recuerdos en Allende, Coah.de nuestra niñez-adolescencia.El parque Mitla en ese tiempo se usaba para ocasiones especiales como la que tú ddescribe, Beto Rueda quien lo tenía se cambió en contra esquina a lo que fue el Zócalo con rokola y pista de baile que ya fue de nuestra época.Agradezco tus comentarios que me estimulan para seguir escribiendo..esta historia continuará.Recordar es Vivir.Dr.Antonio Corona Lozano.
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