Piedras Negras

MI CHEPITO DE ORO

por Rigoberto Losoya Reyes

Don Gregorio Losoya Sánchez

Voy a narrar la historia de mi padre. Un personaje que dejó huella en la historia del turismo en Piedras Negras. Don Gregorio Losoya Sánchez, nació en el año de 1926, en la Hacienda de San Fernando (Zaragoza, Coahuila). Siendo aun niño, su familia se traslada a la ciudad de Piedras Negras, para buscar una mejor suerte. No logra terminar la escuela primaria, y la necesidad económica, lo conduce al Mercado Zaragoza, aquel edificio porfiriano que lucía como todo un palacio francés. En ese lugar, procura ganarse la vida, haciendo todo tipo de actividades, vendiendo fruta y dando informes a los turistas de algunos lugares que buscaban. Siendo ya adolescente, nace su curiosidad por aprender el idioma inglés, al ver que los guías de turistas ganaban sus buenos dólares con los “gringos”. Con el tiempo, sus compañeros de oficio comenzaron a llamarlo “Mi Chepito de Oro”, por su forma de hablar, siempre tan atento y servicial. Era amiguero y social.

En la década de los cuarenta, se intensifica la ola turística, los norteamericanos llegan en caravanas y el trabajo se intensifica. Los lugares turísticos se esmeran en ofrecer un excelente servicio, con música en vivo, y una gastronomía internacional. Los restaurantes elegantes motivan a don Chepito a vestir bien: traje de casimir, camisa blanca almidonada, calzado de la famosa marca “Florsheim”. Sobrero color gris Oxford y corte de cabello muy elegante, peinado hacia atrás. Cuando me le quedaba mirando, me decía: Mijo:- “Como te ven, te tratan”.

Los lugares más socorridos para llevar a los turistas eran los restaurantes como El Moderno, Don Cruz, Las Rocas, el Campestre. Para tomar un aperitivo, “El Ciros Bar”. Restaurant Bar “La Cucaracha”, donde se podía cenar y beber y disfrutar música en vivo, sin olvidar el famoso Club Victoria que gustaba tanto a los turistas. Todos estos lugares ya son historia. Ya no existen. Fueron cerrando poco a poco con las crisis económicas y la falta de turismo.

Don Chepito, tuvo la fortuna de hacer grandes amistades con los norteamericanos, quienes, al regresar a Piedras Negras, lo buscaban. Recuerdo con mucho cariño a uno de ellos, Aaron F. Moss, lo trató como si fuera su propio hermano. En una ocasión invitó a toda la familia a su rancho, en Sonora, Texas. Nos colmó de regalos. Nos regaló dos hieleras saturadas de carne de venado, y hasta una camioneta. Se colmaba en atenciones con la familia. Yo me traje un escritorio antiguo que aún conservo como un recuerdo invaluable.

Una de tantas anécdotas que contaba mi padre, fue cuando conoció al famoso actor de cine norteamericano John Wayne, quien vino a filmar la película "The Alamo" en 1960, en San Antonio, Texas. Comentaba que el actor gustaba mucho, de cenar y tomar algunas copas en el “Ciros Bar”.

En lo personal, me gustaba ir a buscarlo al mercado Zaragoza para pedirle dinero para mis dulces. Si no lo encontraba, recorría los restaurantes de lujo del centro, de seguro lo encontraba en uno de ellos. En una ocasión, lo alcance a ver que subía a una limusina negra. Corrí desesperado para alcanzarlo, toqué insistentemente con mis manitas, el vidrio de la puertezuela, que se abrió lentamente y apareció mi padre. Me hizo señas de subirme. Adentro me presentó con sus acompañantes, explicándoles que yo era su hijo. Adivinó inmediatamente porque lo buscaba. Me dio un dólar, y me dijo: -Váyase a la casa. Años después, le pregunté quien era esas personas. Me dijo: -Era un senador de los Estados Unidos.

El 8 de octubre de 1955, a iniciativa de mi padre, se constituyó la Unión de Guías de Turistas, con el deseo organizarse y fomentar el turismo en nuestra ciudad, siendo reconocidos por el ayuntamiento y por la Cámara de Comercio. Los miembros fundadores fueron, además de los arriba citados: Juan Muñoz Villarreal, Catarino Castilleja Puente, Crispín Ramírez Flores, Roberto González Velasco y Antonio Alvarado Hernández.

Durante la administración municipal del Capitán Ramiro Peña Guerra, en el periodo 1961-1963, se consideró muy importante organizar a los guías de turistas para otorgarles un gafete oficial que los identificara como tales y que los norteamericanos tuvieran la confianza de contratar sus servicios. El gafete se entregaría a quienes aprobaran un examen sobre la historia de Piedras Negras, pues algunos ignoraban la trayectoria histórica de nuestra ciudad, de tal forma que se les otorgó la oportunidad de investigar para que pudieran ser certificados.

El oficio de guía de turistas ya es historia. Ya no hay turismo en esta localidad fronteriza. Los lugares más visitados se han convertido en un recuerdo y nostalgia. Don “Chepito de Oro”, pasó sus últimos años bajo el cuidado de mi hermana Lucy a quien respeto y la quiero mucho. Su espíritu sigue deambulando en los pasillos y corredores del Mercado Zaragoza, y se escucha su famosa frase: “Hi mister. What can I do for you?.