Piedras Negras

PIEDRAS NEGRAS EN 1979

(segunda parte)

por Carlos Flores Revuelta

 

Al cruzar a Piedras Negras por el Puente Internacional por la tarde, después de una visita sabatina a Eagle Pass la imagen era de postal, al ponerse el sol en el horizonte se destacaba el contorno de la Iglesia de Guadalupe, así como la moderna arquitectura de la Puerta de México con el recinto aduanal y el conjunto de edificaciones diseñadas por el destacado arquitecto Mario Pani autor entre otras muchas obras monumentales en el país, del conjunto urbano Nonoalco Tlatelolco en la Ciudad de México; antes de llegar a la garita aduanal a la derecha apreciabas dando la bienvenida a México, el conjunto circular de astas con las banderas de todos los países latinoamericanos y después de la revisión que los vistas aduanales realizaban, salías para encontrarte con la Estrella del PRONAF, en Hidalgo y Abasolo, un imponente edificio con esa forma que era parte de este conjunto y que era ocupado por una tienda del FONART en donde podías comprar lo más variado de la artesanía y arte popular de todo nuestro país, atendidos por la estimada Amada Chaires, qepd.

La Estrella formaba parte y remataba un largo edificio con forma de medio cilindro que albergaba diversos negocios aparte de la ya mencionada tienda del FONART, en la esquina de Matamoros e Hidalgo, contra esquina del Hotel Santos, estaba la Farmacia Benavides, después la Óptica Devlyn, la Joyería Gaos, la oficina de una compañía aseguradora y el famoso Restaurante Óscar localizado junto a un pasaje que permitía el tránsito de peatones entre la garita aduanal y la Plaza de los Fundadores, por este pasaje estuvo la entrada a la afamada discoteca La Revolución de Villa, que funcionó en el sótano del edificio de la Estrella, ese lugar que no me tocó conocer representa para la generación de jóvenes en los setentas motivo de gratos recuerdos y anécdotas.

Como parte también del conjunto arquitectónico existían otros bloques de locales localizados por la calle Ocampo a ambos lados de la Aduana Fronteriza, hacia el sur se encontraban el Restaurante Bar Las Rocas y el estudio de la Fotografía Miguel Ángel; y al norte la oficina de trámite de pasaportes mexicanos y otros negocios; a este grupo de edificios de moderno estilo construidos en la primera mitad de la década de los sesenta como parte del Programa Nacional Fronterizo, pertenecía también el edificio de la Presidencia Municipal ubicada en la calle Zaragoza y Abasolo y a cuya entrada estaba una escultura del Águila Nacional, edificio que ahora ocupa el Museo de la Frontera Norte y la Librería Educal.

A contra esquina de la Estrella del PRONAF, en donde hoy se erige la majestuosa asta bandera considerada por un tiempo como la más alta en Latinoamérica, existió una tienda de ropa llamada Más, Más, Más; atrás de esta tienda por la calle Ocampo y junto a donde terminaban los locales del PRONAF, estaba el conocido y reconocido Bar Río Vista agradable sitio para disfrutar una reunión de amigos, ese lugar contaba con una terraza que daba al Río Bravo haciéndole honor al nombre; sobre la calle Abasolo entre Hidalgo y Zaragoza antes de llegar a la presidencia estaba el Banco Mexicano Somex en donde trabajó nuestra apreciada Cuqui Vázquez. Los edificios de este conjunto, a excepción de la garita aduanal y la presidencia municipal, fueron demolidos a finales de la primera década de este siglo para desarrollar el proyecto de la Gran Plaza que ahora podemos disfrutar.

Por aquellos años Piedras Negras contaba con cuatro salas de cine en donde se proyectaban producciones cinematográficas nacionales e internacionales, estas salas eran el Cine Villarreal por la avenida Carranza, el Cine Rodríguez por la calle Allende, el Cine Buenavista en Padre de las Casas y el Cinelandia localizado frente a la Plaza Principal por la calle Matamoros Matamoros, este edificio estuvo cerrado por muchos años y fue y reacondicionado como el funcional Auditorio José Vasconcelos que forma parte de conjunto de la Gran Plaza.

Con la llegada a la región del proyecto carboeléctrico la ciudad entró en un acelerado proceso en su desarrollo, la trasformación que experimentó fue palpable y positiva, en esa época se iniciaron o consolidaron proyectos residenciales importantes como los fraccionamientos Tecnológico y Las Fuentes, así como habitacionales para atender la demanda creciente de habitación que se generó; poco a poco Piedras Negras fue creciendo ordenadamente y cambiando su apariencia sin perder la fortaleza, calidez y apertura de sus habitantes para encarar los retos, característica que la ha distinguido desde su fundación.

En 1979 el presidente municipal era don Humberto Acosta Orozco, gestión a la que acompañaba como tesorero don Rafael Villarreal Martínez y como secretario particular el profesor Amado Rosas Ida; el cronista de la ciudad era mi inolvidable, inigualable y querido amigo don Julio Antonio Santoscoy y Cobo, quien además se desempeñaba como jefe de la oficina local de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, fue por esos tiempos cuando lo conocí buscando información sobre la historia de Piedras Negras y la región norte del estado, tema en el que Julio era insuperable experto.

Son de recordar numerosos negocios que operaban en ese año en Piedras Negras y que desaparecieron, enumero algunos pocos de ellos como el moderno Centro Comercial Cavisa; los Almacenes Coahuila con presencia en varias parte de la ciudad; la Casa Careaga por la calle Matamoros; por la avenida Carranza el Restaurante Pepo´s que después fue el Donjon y ahora es el Tang´s Cousine; el Heri´s Pizza a una cuadra de la plaza en la colonia Roma; la Compañía Embotelladora del Norte, Coca Cola, por la avenida Carranza, localizada junto a la Clínica de Especialistas en el terreno que hoy es una plaza comercial; el banco Banoro que cambió después a Unibanco, con moderno edificio en las calles Allende y Anáhuac; la distribuidora VAM que vendía carros de la marca Rambler y que estaba en la avenida Carranza y Periodistas; el Restaurante especializado en carnes asadas Los Castores en Villa de Fuente, junto al puente del Río Escondido; sin lugar a dudas hay muchas más que en la siguiente parte de esta reseña mencionaré.

(continuaré)